8 pasos para sentirse cómodo en una conversación informal
Al principio de casi todo –amistades, relaciones o al comenzar una carrera profesional, entre otros– hay una conversación informal. Saber cómo iniciar, mantener y cerrar con fluidez una conversación informal es una habilidad fundamental, una habilidad que puede aprenderse. Te guiaremos a través de unos pasos que te convertirán en un excelente conversador y harán que te sientas asombrosamente cómodo con esa temida y, a veces, menospreciada habilidad: la conversación informal. Y te apuntarás tantos a favor.
1. Encuentra tu objetivo
A veces te sientas junto a ellos, a veces tienes que pasear por la habitación para encontrarlos: gente con buenas historias y el don de la palabra.
2. Estudia su lenguaje corporal
Habla con alguien que parezca accesible. Los que están echando una cabezada, leyendo o hablando por teléfono son objetivos inútiles. Controla su lenguaje corporal y haz contacto visual. Una vez que hayas escogido a tu objetivo, prepárate para saludar. Ignora el sudor, la adrenalina y la tendencia a pensar demasiado.
3. Di algo, cualquier cosa
Respira hondo y di algo. O, mejor aún, pregunta algo en forma de pregunta abierta. Obviamente estáis en el mismo lugar al mismo tiempo, así que debéis tener algo en común. ¡Listo! Es el comienzo perfecto para vuestra conversación.
4. ¿Te refieres a algo como esto?
Trabajo, estudios o aficiones son temas clásicos e infalibles. También lo son el clima, las noticias de actualidad (excepto política y religión), el paisaje, la música, la comida o los cumplidos sobre la vestimenta. Asegúrate de no interrogar, mantén el equilibrio entre lo que preguntas y lo que revelas. Preguntas como: «¿qué te mantiene ocupado estos días?» o «¿cómo llegó a ser (puesto de trabajo)?» funcionan de maravilla.
5. Ahora añade la frase mágica
Este es un pequeño secreto que robé al escritor Paul Ford: en cuanto la persona empiece a contar cómo se gana la vida, dile: «Increíble. Eso parece realmente difícil». ¡PUM! Has logrado el objetivo de todas las conversaciones: la otra persona se siente muy especial (con esto te apuntas tantos).
6. Haz mucho de esto
Recuerda ser educado y escuchar más que hablar. Haz contacto visual, asiente, sonríe, haz halagos (honestos) y ríete con los chistes (incluso con los que no sean graciosos). Intenta acordarte de los nombres y de lo que acabáis de hablar, y termina amablemente: «Oliver, ha sido un placer conocerte. Voy a mirar ese sitio web que me has recomendado. ¡Ah! y buena suerte con tu maratón». Más tantos anotados, ¿alguien quiere?
7. Entonces, hum… el tiempo, ¿eh?
Puede que haya silencio, algunas veces incluso, puede ser incómodo. Simplemente elige un tema nuevo y sigue hablando. Nadie espera que las conversaciones informales tengan transiciones perfectas. Si te quedas sin temas, no tengas miedo de seguir adelante.
8. Sé breve, sé brillante, vete
Preferiblemente, vete antes de que la conversación decaiga: discúlpate y vete al servicio (¡un clásico!), preséntale a otra persona o di que tienes que encontrarte con X antes de irte. Si estás en algún sitio donde no puedas hacer nada de eso, tendrías que decir que tienes que ir en otro autobús o volver a por tu libro. Hagas lo que hagas, sé tan respetuoso y encantador como sea posible.